Hay silencios que no están vacíos. Son espacios de calma, territorios íntimos donde el ruido del mundo se apaga y solo queda el eco de nuestros propios pensamientos, de nuestros anhelos más profundos. En esa quietud, a veces, nace un deseo de conexión, de una presencia que no juzga, que no exige, que simplemente está. Una …






