Durante años creí que todas las muñecas eran más o menos iguales. Que el precio solo subía por la altura o el tamaño de los pechos. Hasta que una noche, después de romper mi tercera muñeca TPE en menos de dieciocho meses, entendí que estaba equivocado. Muy equivocado. Esa noche la tiré a la basura …




























