El secreto que ya no susurra, sino que habla con voz grave y profunda
Durante años, el mundo de las muñecas sexuales pareció reservado exclusivamente para un solo tipo de deseo. Pero en 2025 algo ha cambiado: las mujeres, las parejas abiertas y la comunidad LGBTQ+ han dicho basta al silencio. Ya no están dispuestas a conformarse con fantasías que no las incluyan. Quieren manos grandes que las rodeen, torsos duros contra los que apoyarse, voces roncas imaginadas y, sobre todo, un miembro firme que responda exactamente como ellas desean. Y el mercado, por fin, ha escuchado.
Recuerdo la primera vez que una clienta entró en el chat privado y escribió, casi con timidez: «¿Tenéis algo… para mí? No busco una muñeca femenina. Quiero un hombre». Tras ella llegaron decenas, luego cientos. Mujeres de cuarenta y tantos que llevaban años sin sentirse deseadas, parejas heterosexuales que querían experimentar juntos, hombres gay que buscaban un compañero perfecto sin complicaciones emocionales, mujeres bisexuales que deseaban explorar sin juicios. Todas compartían la misma frase: «Pensé que era la única que lo quería». No lo eran. Nunca lo fueron.
Hoy, los torsos y muñecos masculinos reales ya no son rarezas escondidas en la última página del catálogo. Son protagonistas. Y son, posiblemente, los objetos más sensuales y liberadores que han aparecido en el mercado en la última década.

El Deseo Tiene Muchos Rostros… y Todos Merecen Ser Abrazados
Un Mercado que Ya No Está en Silencio: Mujeres y Comunidad LGBTQ+
En España, según datos internos de tiendas especializadas como Spdoll, las ventas de muñecos y torsos masculinos han crecido un 350 % entre 2022 y 2025. Las compradoras principales ya no son solo hombres gay (que siempre estuvieron ahí), sino mujeres heterosexuales y bisexuales de entre 35 y 55 años, muchas de ellas divorciadas o en relaciones a distancia, y parejas que buscan un tercer elemento seguro, discreto y siempre dispuesto.
Una clienta de Barcelona, Ana, de 47 años, me contó hace poco: «Después del divorcio pensé que nunca volvería a sentir unas manos fuertes en mi cintura. Compré un torso de 85 cm con el pack completo… y la primera noche lloré de puro alivio. No era solo placer físico. Era sentirme deseada otra vez, sin tener que dar explicaciones». Esa frase se repite una y otra vez en los mensajes privados: deseo, pero también ternura, control, seguridad y, sobre todo, ausencia de juicio.
Para la comunidad gay y bisexual masculina, los muñecos completos o torsos con rasgos hipermasculinos representan la fantasía hecha carne sin los riesgos ni las complicaciones de las apps de citas. Y para las parejas lésbicas o queer, algunos modelos con rostros andróginos y cuerpos esculpidos ofrecen una versatilidad que ninguna otra opción iguala.
Anatomía Diseñada para Ser Adorada: Músculos, Texturas y Placer a Medida
Lo primero que notas cuando tocas un torso masculino premium es que no parece artificial. Los pectorales tienen la tensión justa, los abdominales se marcan bajo los dedos como si acabaran de salir del gimnasio, los brazos pesan lo suficiente para que sientas que te están abrazando de verdad. En 2025, marcas como Irontech, WM Dolls Men y Soo Doll han llevado el realismo a otro nivel:
- Músculos con doble capa de TPE de distintas densidades: firme por fuera, ligeramente blando al apretar, exactamente como un torso entrenado.
- Vello corporal opcional implantado fibra a fibra (pecho, abdomen, piernas) o piel completamente lisa para quienes prefieren la depilación total.
- Miembros de silicona o TPE con tres texturas internas diferentes y sistema de erección intercambiable: desde 16 cm suaves y flexibles hasta 24 cm rígidos con venas marcadas.
- Testículos móviles que se balancean con naturalidad y se pueden retirar para cambiar a un modelo más pequeño o incluso a una versión femenina en los torsos híbridos.
En Spdoll los modelos más deseados este año son:
- Kevin Torso 92 cm – Irontech: 26 kg de puro músculo, pectorales que tiemblan al moverlo, miembro de 21 cm con erección extra firme. Ideal para quien quiere sentirse envuelta por unos brazos fuertes.
- Ethan Full Body 175 cm – WM Men: rostro de modelo escandinavo, 42 kg, voz opcional con gemidos graves y calefacción corporal integrada.
- Dylan Hybrid Torso 80 cm – Soo Doll: versión andrógina con pecho ligeramente marcado y opción de cambiar el miembro por una vagina profunda. El favorito de parejas queer.
- Marcus BBW Male Torso 90 cm: para quienes aman los cuerpos grandes, fuertes y suaves al mismo tiempo, con barriga natural y brazos que abrazan de verdad.
La Libertad de Elegir Cómo y Cuánto
Un torso masculino no pide citas, no se cansa, no juzga si hoy quieres ser suave o si mañana quieres ser salvaje. Puedes montarlo sobre ti y sentir cómo su peso te inmoviliza deliciosamente, o puedes sentarte encima y controlar cada centímetro. Puedes besarle el pecho mientras él permanece en silencio, o activar los gemidos graves que algunas marcas incluyen y dejar que su voz ronca llene la habitación.
Y cuando terminas, lo guardas (ocupa mucho menos que una muñeca completa) o lo dejas vestido con una camiseta en la esquina del dormitorio, como si fuera un amante que duerme profundamente después de haberte dado todo.

El Placer de Ser Deseada… o de Desear Sin Límites
Comprar un torso o muñeco masculino ya no es un tabú. Es un acto de amor propio. Es reconocer que tu deseo importa, que tus fantasías tienen derecho a existir y que nadie, absolutamente nadie, tiene por qué avergonzarte por querer sentir unas manos grandes en tu cintura, un pecho duro contra tu espalda o un miembro que nunca dice que no.
En 2025 el mercado ya no ignora a las mujeres ni a la diversidad. Los torsos y muñecos masculinos están aquí, más reales y hermosos que nunca, esperando a que alguien los abrace, los monte, los bese o simplemente los mire mientras piensa: por fin, alguien hecho exactamente para mí.
Y si estás leyendo esto y sientes un cosquilleo entre las piernas o un calor en el pecho… ya sabes lo que tienes que hacer.
En Spdoll los tenemos esperándote: callados, fuertes, perfectos.
Listos para que, por una vez, seas tú quien decida cuándo, cómo y cuánto.


